Con el furor que generó la serie de Luis Miguel, varios secretos ligados al entorno más íntimo del cantante mexicano salieron a la luz, más allá de los expuestos en la producción de Netflix que reconstruye su vida.
Y entre las historias ocultas relacionadas al Rey Sol, hay una que no lo tiene como protagonista central, sino que la historia gira en torno a Diego Boneta, el actor que lo interpreta en la ficción, y a Michelle, su hija que nació fruto de la relación amorosa que mantuvo con la modelo Stephanie Salas en 1989.
Resulta que ambos tuvieron un amorío que se remite a cinco años atrás y que volvió a escena ahora que sus nombres están en la cresta de la ola. En 2013 se conocieron y entablaron una amistad en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, donde los dos residían. Y empezaron a mostrarse muy cercanos en público.
La pareja fue vista en un parque a los abrazos, haciendo ejercicios frente al mar y asistiendo a algunos eventos. La prensa especializada tomó nota de esto y fue a consultarle al joven. «Tengo poco tiempo de conocerla, es buena niña», respondió Diego en su momento sobre la heredera de Luismi.
«Michelle es una tipaza. Muy guapa, muy buena onda. La acabo de conocer allá (por Los Ángeles). Nos estamos conociendo, pero no me pela, espero me den tips», confesó luego el actor en la tevé, quien por entonces -obviamente- no tenía noción de que iba a ponerse en la piel del músico años más tarde.
Al final, aquel acercamiento no prosperó. Quedó como parte del pasado. Y ninguno de los dos se refirió más al tema. Hoy solo lo une el lazo con el cantante y la exitosa serie que reavivaron la vieja historia. (INFOBAE)