La Vida es Bella (1997) es un clásico del cine y una de las películas preferidas de las que operan en el delicado escenario del Holocausto.
El papel del pequeño Giosué recayó en Giorgio Cantarini. Nació en la ciudad italiana de Ovieto en 1992 y con sólo cinco años interpretó el personaje de su vida. Su segunda gran oportunidad en el cine fue en Gladiator (2000) en el papel del hijo de Máximo (Russell Crowe).