Raphael pertenece a la clase de pensamiento llamado “antinatalista”, quienes consideran que tener hijos es un acto contra moral y antiecológico, por ende, las personas deberían de abstenerse de la paternidad.
Aunque este chico menciona que adora a sus padres y tiene una buena relación con ellos, los está demandando para que entiendan lo que hicieron mal con él desde el principio, pues considera que sus padres son unos hipócritas y egoístas por haberlo sometido a las penurias de la vida.
La procreación, según este movimiento es un acto comparable a la esclavitud y al secuestro, puesto que, en ningún motivo, los niños son consultados si quieren o no nacer y enfrentarse a la vida.
Mientras tanto, quienes están en su movimiento lo apoyan porque consideran que tener hijos es una gran carga para el planeta, y que no tiene motivo tenerlos si ello acelera el proceso de degradación social y ambiental. (Guía del Varón)