Se trata del Colegio Montecastelo, en Vigo, que ha propuesto esta clase con el eslogan: “La igualdad se aprende con hechos” y, según el coordinador de la institución, este proyecto inició para que el día de mañana estos hombres aporten en sus casas cuando formen una familia.
Las clases también sirven porque si ya te resignaste a ser un solitario de por vida, podrás sobrevivir y mínimo planchar bien las camisas, sin tener que llamarle a tu madre cada cinco minutos.
Son impartidas para estudiantes del cuarto grado y los profesores son, en su mayoría, hombres y aunque los chicos al principio estaban en contra, al final han terminado con muy buena aceptación al curso, en donde además aprendieron costura.
Según Gabriel Bravo, titular de la materia, esta actividad les enseñará en un futuro que hacer las labores domésticas es una cuestión de dos personas, además de que así tomarán conciencia sobre la igualdad de género y saber cómo hacer tareas del hogar.
Las clases importan porque las actividades son parte de las que un hombre debería aprender para sobrevivir en la vida: planchar, coser, remendar y cocinar, parte de las actividades que todo varón tiene que saber sí o sí para ser independiente.
Además, las clases ha alegrado no solo a los alumnos y a los maestros, sino a toda la comunidad de padres de familia, quienes ahora dicen que los chicos ayudan más que antes en el hogar. (Guía del Varón)