Esto comenzó a hacerlo al siguiente año de realizar el trámite legal, en el cual se llegó a una conclusión: tras pasar millones de años y no aparecer ningún dueño de la estrella, María pudo reclamarla como propiedad suya.
Obtener la posesión del sol fue algo sencillo para María, pero venderlo en partes a través de internet no fue nada fácil.
La propietaria de la estrella realizó una demanda a Ebay por cerrar su página, en la cual había pedido miles de euros por la venta. Tuvo unos cuantos obstáculos después de adueñarse del sol, como llamadas amenazantes con futuras demandas por el daño que causan los rayos ultravioletas.
La señora Durán no está preocupada por todo lo que digan, de hecho, ha declarado que no dispone de un sustento legal, al no tener el sol la culpa de las enfermedades terminales como el cáncer de piel.
Hace poco tiempo un hombre tuvo la intención de demandar a la dueña del sol, pero no ha llegado a concretar la demanda. Según cuenta el hombre español, no le importaba pagar un dineral a un abogado para culpar a esta mujer por el enrojecimiento de sus ojos y quemaduras en su piel.
Al final su abogado le recomendó no hacer la demanda, ya que los rayos ultravioletas tardan millones de años en llegar a la Tierra. En este caso María tiene la propiedad desde el año 2012, lo cual no la hace responsable de lo sucedido anteriormente. (Ilusión Viajera)