«Simplemente pensaron que Robin tenía un paquete demasiado grande para la televisión», afirma el actor. Ante esta situación, el estudio decidió tomar ciertas medidas que no gustaron a Burt en absoluto.
Al parecer enviaron al joven actor al médico para que estudiara la situación, surrealista es decir poco. El doctor recetó unas pastillas para que se le encogiera el pene, y como era de esperar, el actor se las tomó únicamente durante tres días. En la entrevista, Ward confirmó que las dejó porque «pensé que podrían dejarme sin la posibilidad de tener hijos», algo completamente razonable.
¿Cuál fue la solución?
La más simple de todas. Al final se dejaron de tonterías, el actor usó la capa para cubrirse cuando era necesario y se acabaron los problemas. La cosa sólo quedó en una anécdota y si no ha salido a la luz hasta ahora será porque quizás no era tan grave. Sin embargo, el actor dejó bien claro que la historia iba sólo con él y no con Adam West (Batman), «a Adam sólo le pusieron toallas en los calzoncillos».
La verdad es que, si nos ponemos a pensar, quizás el problema no esté tanto en el actor y sus proporciones, sino en el vestuario que utilizan. Es verdad que no todos los superhéroes utilizan los mismos trajes, pero es que precisamente los que usaban Batman y Robin en la serie parecían simples disfraces y claro, aparecen los problemas. (ecartelera)