“Quiero ir al gimnasio y ponerme en forma para poder boxear en tres o cuatro asaltos para organizaciones benéficas y cosas así”, apuntó el histórico púgil de 53 años durante la charla en redes sociales.
Aunque en su época de apogeo fue encarcelado por violación, tuvo una fuerte adicción a las drogas y se declaró en bancarrota en 2003, su vida en los últimos años dio un giro. Asegura haber encontrado la paz interior y recuperó su estabilidad económica gracias a algunos negocios.
Tyson comentó que comenzó a hacer algunas sesiones de trabajos cardiovasculares en bicicleta estática y con una cinta de correr, sumado a ejercicios con pesas ligeras y entrenamiento puramente boxístico.»Empiezo a estar en mejor condición», advirtió.
No obstante, Iron Mike confesó que “ha sido duro” volver a ponerse los guantes, y que le duele el cuerpo y siente las secuelas que le dejaron su carrera como profesional y algunos de sus excesos. “Siento como si tres tipos me hubieran pateado el trasero”, remarcó.
“Quiero hacer exhibiciones de caridad, algo de dinero y ayudar a indigentes y drogadictos como yo”, concluyó el boxeador más joven de la historia en conseguir un título mundial de los pesos pesados (lo consiguió con 20 años, 4 meses y 22 días, al derrotar a Trevor Berbick). (Infobae)