Sin embargo, la realidad es que la venta de formatos físicos de cualquier tipo es solamente un 4% del total de lo que ingresa la industria de la música, y el resto corresponde a lo digital.
De hecho, si bien es cierto que hay un repunte de los vinilos, en términos generales todos los formatos físicos vienen cayendo más y más.
En total, durante un año este tipo de productos vendieron 376 millones de dólares, lo que representa una baja del 23% en relación con el año pasado, lo que supone un duro golpe a una industria que se sostiene básicamente de la nostalgia, aunque hay que reconocer que se ha resistido a desaparecer, lo que no es fácil.
Este año ha sido especialmente difícil, ya que debido a la pandemia de Covid-19 las tiendas cerraron y los conciertos se cancelaron, que son lugares en los que los artistas venden una buena cantidad de discos, lo que permitió un mayor crecimiento de las plataformas de streaming, que de por sí controlan casi todo el mercado, y no se descarta que en los próximos años sigan ganando más terreno, aunque esperemos que los vinilos, “cidis” y cassettes no desaparezcan del todo.
La cuarentena por la pandemia hizo que el video en streaming se elevara a niveles históricos, así como los servicios de música, y es que Spotify ya cuenta con 134 millones de usuarios Premium, y estos números se vieron favorecidos por los meses en los que el mundo ha permanecido en confinamiento, lo que obviamente hace que las personas busquen maneras de entretenerse mientras están casa, y qué mejor que escuchar música, ver conciertos, documentales, series y películas. (Guía del Varón)