La falta de tildes es el más común de todos. Algo que puede llevar a confusiones en el sentido de la frase.
En el segundo puesto figura la confusión entre haber y a ver. No es lo mismo decir «puede haber problemas» que «puedo ir a ver esa película».
La falta de signos de puntuación está en el tercer puesto. Es un clásico toparse, tanto en los servicios de mensajería como en las redes sociales, con oraciones interminables. Un punto, una coma o dos puntos ponen orden (y sentido) a las frases. Por otra parte, cuando se usan signos de puntuación, en ocasiones se lo hace de forma incorrecta. Es frecuente confundir los puntos con las comas.
Las diferencias entre ¡ay!, ahí y hay suelen ser omitidas. Se usan como si fueran lo mismo y, claro, no es lo mismo. Una cosa es la interjección «ay, me duele». Otra muy distinta decir «tenés que buscar ahí», para indicar un sitio, o bien «hay muchas flores en el jardín».
El verbo haber es uno de los más «maltratados» cibernéticamente. Se escribe sin hache con bastante frecuencia. (Fuente Infobae)