Y es que en medio de una difícil situación política y social que parece cada vez poner más en entredicho las grandes conquistas que han hecho las mujeres durante la última centuria, el 8 de marzo, declarado desde 1911 como Día Internacional de la Mujer, ha cobrado una inusitada relevancia.
‘La huelga de las mujeres’ y ‘Un día sin mujeres’ quiere juntar a las mujeres trabajadoras, a las madres, las afro, las inmigrantes, las musulmanas, las discapacitadas, las indígenas, para que reclamen públicamente la protección de sus derechos.
Esta marcha reunirá a mujeres de 40 países de todo el mundo para reclamar sobre estos puntos fundamentales: el fin de la violencia de género, la justicia reproductiva para todos y derechos laborales.
La iniciativa ‘Un día sin mujeres’, tiene como propósito fundamental remarcar el determinante rol económico y social que tienen las mujeres. Su llamado se resume en tres puntos claros:
Primero, que las mujeres no vayan a trabajar. Así, en complicidad con lo que sucedió con el ‘Día sin inmigrantes’, las mujeres le dejen ver al mundo cómo sería la realidad en su ausencia, cómo serían las oficinas, las casas y los mercados sin ellas.
Segundo, quieren alentar a las mujeres a que no vayan a hacer compras ni consuman y le muestren así al gran sistema capitalista su poderío económico siempre minado con las abismales diferencias salariales con los hombres.
Tercero, para aquellas que no puedan vincularse con ninguna de las dos acciones anteriores, que salgan vestidas de rojo como sinónimo de energía, acción y sobrevivencia.
Este levantamiento masivo de las mujeres es algo que se viene gestando desde el 2016 que fue un año especialmente duro en cuanto la vulneración de nuestros derechos y la violencia género. (Fuente Univisión)