Fue la Asamblea General de las Naciones Unidas quien adoptó la jornada del 22 de marzo como fecha en homenaje al líquido elemento, el 22 de diciembre de 1993 en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
Este año, el lema escogido para el Día Mundial del Agua es ‘Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?’, un eslogan con el que se busca la reducción de las aguas residuales a la vez que se fomenta su reutilización.
Cabe destacar mijos que, en la actualidad, más de 663 millones de personas no tienen acceso al agua potable en las proximidades de su hogar, motivo por el que, al cabo del día, tienen que desplazarse a kilómetros de distancia para lograr abastecerse.
Las enfermedades relacionadas con el agua y la falta de acceso a agua potable provocan 3,5 millones de muertes cada año en el mundo, una cifra mucho más elevada que las causadas por accidentes automovilísticos y el sida juntos, ya que la falta de acceso al agua potable afecta al 12% de la población mundial, según datos del Consejo Mundial del Agua.
Cada día mueren 4.500 niños por falta de acceso al agua limpia. Por ello, WWC insiste en que «sin agua no hay vida, ni alimentos ni desarrollo y que sin agua ni los países ni las sociedades pueden desarrollarse económica, cultural, social o políticamente.
Las Naciones Unidas han querido resaltar con el Día del Agua del 22 de marzo la urgente necesidad de que el agua sea tratada y, en la medida de lo posible, reutilizada, para prevenir enfermedades y muertes.
El Día Mundial del Agua está coordinado por UN-Water, un mecanismo de colaboración de la ONU para temas relacionados con el agua potable en el que participan gobiernos y otras entidades. (Fuente El Confidencial)