La fragancia que Pearce creó se mantuvo como un asunto interno más de la NASA durante años, pero el acta de libertad de información acabó por sacar a la luz la receta de este particular perfume a la luz.

Un emprendedor llamado Matt Richmond ha aprovechado la oportunidad para crear Eau de Space Nº1, un perfume que acaba de salir a la venta en Kickstarter y que va a hacerse realidad porque al cierre de este artículo ya lleva más de 5.600 patrocinadores y 210.000 euros recaudados a falta de 45 días para el fin de la campaña.

Los primeros vaporizadores con la fragancia llegarán a sus compradores a finales de este año. La campaña tiene además el aliciente de que, por cada botella de perfume que se venda, la compañía de Matt Richmond enviará otra a escuelas de secundaria afiliadas al programa STEM de formación en ciencia y tecnología.

En otras palabras, la campaña también servirá para formar a las nuevas generaciones en cuestiones espaciales, lo que no está nada mal.

Antes de que acudas corriendo a la página de la campaña en Kickstarter a hacerte con tu botellita de Eau de Space Nº1 quizá te convenga saber que el perfume es más una curiosidad científica que algo que vayas a desear ponerte los sábados por la noche. Décadas de viajes espaciales nos han proporcionado una idea bastante correcta de a qué huele el espacio, y no es una fragancia agradable precisamente. (Gizmodo)