El pasado mes de julio, llegó a Nueva York el ABQ bar, que dice ser el primer coctel bar molecular inmersivo y nació en Londres hace dos años, desde entonces ha recorrido distintas ciudades del mundo dándote la oportunidad de hacer tus propias mezclas de bebidas.

Mientras escuchas música hip-hop como la que escuchaba Jesse Pinkman, el bar que está dentro de un remolque como el de Heisenberg, permite que tú y otras 30 personas se diviertan por dos horas. Al subir, recibes un manual con las fórmulas químicas y recipientes para hacer tus propias bebidas.

La primera es la Saul’s C2H6, que es un cóctel casi congelado de ron, hielo seco y otras sustancias secretas. Usarás nitrógeno para disolver los ingredientes antes de servirlos. Es un proceso complicado pero aseguran que el resultado es delicioso.

También está el cóctel Blue Flynn que cambia de color cuando alteras su acidez. Hay tubos de ensaye y matraces para preparar las bebidas a las que les inyectarás sabores de fresa para hacerlas lo más ácida posible.

El RV ha tenido éxito en París y en Londres. La experiencia Walter White cuesta de 45 a 90 dólares y ya hay más de tres mil personas en la lista de espera. (La Guía del Varón)