«Tu eres mi mamita rica y apretadita», cantaba El General en los ’90, sin saber que ese ritmo se convertiría en lo que por estos días es el reggaetón, un género musical latino urbano que puso a bailar a millones de personas en el mundo.
El General, que ganó seis premios Billboard, con 32 discos de oro y 17 de platino, se hizo millonario con éxitos como Te ves buena, Tu pum, pum y Muévelo.
Pero en 2004 decidió bajarse del barco: se retiró y se instaló en un humilde pueblito de Panamá, donde se dedicó a predicar “la palabra de Dios”.
«Escuché a las malas compañías y ellas me jalaron como un anzuelo», dijo El General sobre su vida licenciosa, cuando saltó a los primeros planos.
La fama, según él, lo llevó a algunos excesos. Se hizo adicto al juego, el alcohol y la prostitución.
Afortunadamente, el templo de los Testigos de Jehová al que iba cuando era chico lo «rescató de una adicción a los aplausos».
“Me acuerdo de cuando iba en las limusinas y veía a los hermanos predicando”, agregó. “El camino para volver a la verdad fue difícil. Siempre había un contrato más que respetar. Los hermanos me mostraron con la Biblia cuán lejos me había ido”.
El General, que ya no tiene ningún contacto con la vida pública ni las redes sociales, también señaló que se arrepiente de haber tomado aquel camino. / El Clarín