Este aficionado de los Phillies de Filadelfia demostró su capacidad para este deporte, y también que es un padre que no dejará caer nunca a su hijo, bajo cualquier circunstancia… literal.
En el juego que su equipo perdía contra los Dodgers de Los Ángeles, en la novena entrada, Maikel Franco, de Filadelfia, conectó un batazo que voló la cerca, para darle una carrera más al equipo, pero lo interesante es que un aficionado atrapó la pelota, sin guante, y cargando a su bebé con el otro brazo.
Emocionado, mostraba su trofeo, mientras los demás aficionados celebraban con él, pues, por un lado, regresaron a esas épocas en que no se usaban guantes y, sobre todo, porque en ningún momento permitió que su bebé cayera. (Guía del Varón)