Para esto, el inventor holandés Bruin Bergmeester creó una peculiar bicicleta en la que el usuario no debe pedalear para trasladarse. Con la Lopifit -luego renombrada como cintacleta-, el hombre o la mujer que la use va de pie y debe caminar, trotar o correr y, de ese modo, pondrá en movimiento el aparato.
En el diseño de la cintacleta, Bergmeester incluyó un pequeño motor de pedaleo eléctrico que detecta el movimiento del usuario y lo potencia, de modo que una simple caminata genera fuerza suficiente para alcanzar velocidades de bicicleta.
Se calcula que el invento llega hasta los 25 km por hora y, una vez que se disminuye el paso, la velocidad también se reduce hasta el frenado.
Desde su lanzamiento, el producto cosechó un éxito de ventas considerable en Europa, Estados Unidos y Japón.
Sin embargo, su precio lo transforma en un bien inaccesible para la mayoría. La cintacleta se comercializa por unos 1.900 euros. (Fuente Infobae)