Vieran el susto que me llevé cuando llegué y lo vi en otro lado.
Esto me ocurrió en vía Marsala, al lado de la estación de trenes Termini. Exasperados, los pasajeros del autobús que iba hacia un aeropuerto decidieron mover mi pequeño auto con la fuerza de sus brazos y lograr continuar el viaje.
Las imágenes fueron grabadas por un ciudadano y luego publicadas en el diario Corriere Della Sera, o sea, nada de gracia.