El sujeto llevó el caso a los tribunales luego de que no aguantara más a su suegra de 78 años. Dijo que la gota que derramó el vaso fue la repentina aparición de la suegra en su cuarto usando solo su ropa interior un sábado en la mañana, cuando estaba en la cama con su esposa.
Ella en otra ocasión reacomodó los calcetines, ropa interior y camisas en su guardarropa y se metió al baño donde él se estaba secando luego de una ducha. “Para mí eso ya fue suficiente”, dijo a la corte.
En su alegato el hombre dijo: “le cocino el desayuno, la comida y la cena sin falta (a su suegra). Le cocino sus platillos favoritos, triffle de jerez (un postre tradicional inglés) y ella siempre se sirve el resto de jerez para sí misma”.
También se quejó de que había gastado más de 1,000 dólares en plantas y que su suegra las sacó todas porque no le gustaban y las tiró a la basura. Aseguró que nunca ha tratado mal a su suegra y que cada vez que regresa de un viaje de trabajo le lleva un perfume nuevo y a su esposa un vestido de 800 dólares.
La mujer había estado por temporadas en la casa durante varios años y desde junio ya no se movió de ahí. El hombre dijo que no tendría ningún problema si la mujer fuera tres o cuatro veces al año y se quedara tres o cuatro semanas.
Aún no se ha dictado sentencia sobre la demanda. (Guía del Varón)