Fueron casi tres minutos, pero parecieron una eternidad. Cuando hacía la primera maniobra bien, hacía mal las siguientes. Cuando daba la sensación de que enderezaba el vehículo, volvía a tomar una decisión equivocada.
De esa manera estuvo realizando un intento tras otro, hasta que se cansó. Al darse cuenta de que no iba a poder aparcar correctamente, terminó dejando el auto torcido y sobre la vereda. No obstante, la mujer lucía muy tranquila cuando salió y se fue.
La escena resultó tan insólita que fue registrada por un vecino de un edificio aledaño. No tardó en volverse viral una vez que la publicó en internet. (INFOBAE)