Y como si la regla de los gritos no fuera lo suficientemente difícil de hacer cumplir, también se alienta a los empleados a mantener conversaciones cortas y, en su lugar, comunicarse con gestos con las manos o expresiones oculares con los clientes.
También se introducirán otras medidas más razonables y esperadas, como la obligación de utilizar máscara facial, medidas de limpieza intensificadas, controles de temperatura, pautas de distanciamiento social, y limitación de la entrada a visitantes de ciertas prefecturas. (periodismo)