Su obsesión por los tatuajes e intervenciones quirúrgicas partió a los 16 años y desde entonces no ha parado. Hasta el momento, acumula siete años de modificaciones que incluyen cortarse la lengua en dos para parecer serpiente, expandir los lóbulos de las orejas con implantes de silicona y tatuar sus globos oculares de azul, incrustarse gemas en la piel y un sinnúmero de dibujos hechos con tinta.
Tras difundir sus fotografías en Instagram, la joven comentó que antes no se sentía bonita, pues se veía muy simple. “Cuando veo fotos de antes y después me veo muy simple, odiaba la forma en que solía verme. Juzguen ustedes de cómo se veía mejor. (La República PE)