Privado de sus dos patas traseras, el felino, de un año, cuenta ahora con dos prótesis en polímero de caucho ensambladas en titanio. Un mes después de la operación, “ésta puede considerarse un éxito”, dijo a la AFP Vladislav Zlatinov, cirujano veterinario de Sofía.
Pooh, de largo pelo negro y blanco, que todavía se encuentra en la clínica veterinaria, hoy juega como cualquier gato de su edad con sus patas artificiales.
“Su estado es más que satisfactorio. Todavía es un poco torpe, pero puede caminar, saltar y correr”, explicó Zlativnov.
Encontrado en abril cerca de una vía de tren, en una zona rural de Bulgaria, Pooh (“peluche” en búlgaro) probablemente perdió sus dos patas traseras al ser atropellado por un tren.
Para Zlatinov, “es esperanzador ver que incluso en un país desfavorecido como Bulgaria, pueden darse este tipo de prácticas innovadoras”. (Fuente noticias24.com)