Para llevar a cabo el estudio, investigadores de la Universidad evaluaron la relación de 113 recién casados no mayores de 40 años, para así entender si el atractivo juega un rol importante en la felicidad. Pues resulta que la combinación de bella esposa y marido feo dan como resultado el matrimonio perfecto, y esto es muy válido.
Primero, las parejas respondieron un cuestionario sobre sus deseos personales en cuanto a estar en forma, después, cada participante fue calificado en una escala de atractivo basada en su rostro y cuerpo.
Los resultados revelaron que las mujeres con maridos guapos eran más propensas a iniciar dietas y perder peso de manera obsesiva para lucir mejor, lo cual no es divertido. O sea, hacer dietas balanceadas y ejercicio en pro de la salud es algo bueno, pero hacerlo de manera compulsiva solo por las apariencias, digamos que no es lo mejor para la salud.
Por el contrario, las mujeres con maridos no tan bien parecidos demostraron no sentir la necesidad de hacer dieta todo el tiempo y competir con otras mujeres, lo que las hace felices. En lugar de preocuparse por lucir exageradamente bien todo el tiempo, estas mujeres disfrutan ser felices a lado de sus no tan atractivos esposos.
De acuerdo con la autora del estudio, Tania Reynolds, “el estudio sugiere que existen factores sociales importantes que juegan un rol en los desórdenes alimenticios presentados en algunas participantes”.
Así que, no es que a las mujeres lindas les guste salir con tipos feos, ellas simplemente quieren ser felices, por eso Sementales a echar bastante panza, Me Entendistes. (Guía del Varón)