Pero ya investigué y eso de hablar dormido es conocido como somniloquio, y trata de un comportamiento anormal al dormir, que puede durar unos segundos, tiempo en el que se pueden decir palabras coherentes o murmullos, cuya frecuencia afecta más a los pequeños de entre 3 y 10 años, siendo más común en las niñas que en los niños (con razón).
Aunque hablar dormido no es algo recurrente y no es considerado un problema médico, es interesante conocer sus causas y cómo se puede disminuir.
Según las estadísticas, el 25% de los niños y alrededor del 5% de los adultos hablan dormidos, entre quienes se encuentran personas emocionales y aquellos que sufren por falta de sueño o estrés, aunque también están los que lo hacen por depresión, consumo de alcohol y fiebre.
En la primera y en la segunda fase del sueño, la conversación puede consistir de cosas sin sentido o monólogos complicados que no duran más de 30 segundos, mientras que, en la tercera y cuarta fase, parecen más ser gemidos o balbuceos, lo cual no tiene nada que ver con la realidad.
Aunque hablar dormidos es un fenómeno temporal que no necesita ningún tratamiento porque desaparece por su cuenta, los doctores aconsejan aumentar la duración y la calidad del sueño, lo cual se traduce en dejar de consumir cafeína y alcohol antes de dormir y dejar los nervios, por un lado, qué chicha. (Fuente soy502)